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Por qué nunca fui de izquierdas

martes, 28 de octubre de 2014
Mi libro "Por qué nunca fui de izquierdas" nació con el don de la inoportunidad. De una parte pretendía ser una apostilla a aquella Por qué nunca fui de izquierdaspublicación que se titulaba “Por qué dejé de ser de izquierdas”, de diez próceres comunistas que hoy presumen de liberales… y de otra nace anticipadamente porque cuando se editó no había brotado aún esa cautivadora formación que se califica de Podemos.

Aunque no me preocupa lo más mínimo, pues en nada desvaría de sus fuentes radicales de izquierda, entiendo que el rótulo es un vulgar plagio. Muchos de ustedes recordarán aquel pasaje evangélico que narra Mateo, capitulo 20, versículo 20: “Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con ellos (Santiago y Juan) y se puso de rodillas para pedirle algo. El Maestro le dijo: ¿Qué quieres? Ella dijo: Dí que estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu reino. Jesús respondió: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber? Contestaron: Podemos.” Si a esto le añadimos que el ínclito Profesor honorario de la Universidad Complutense de Madrid Camarada Pablo Iglesias no tuvo reparo en responder a un inefable periodista que Cristo hoy se encuadraría en Podemos, concluyo con Mateo versículo 24. Los otros diez (Apóstoles) al oír aquel diálogo, se indignaron contra los dos hermanos y Jesús los llamó y les dijo: “Sabéis que los Jefes de las Naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío”.

En línea con la frase evangélica, el libro que hoy me cabe el honor de presentar señala unas naciones tiranizadas y oprimidas con el poderío de varios jefes como los que citaba el Rabino de Nazaret. En unas, las llamadas de derechas, los perseguidos, los enemigos, eran los comunistas y los pobres. En otras, las de izquierdas solo se conocía un único enemigo: el pueblo. Todo el pueblo, menos los tiranos.

¿En qué estado se encuentran nuestras sociedades hoy?
Demos una discreta ojeada al trozo de mundo en que vivimos. Aquella Europa heredera del Sacro-Imperio de Carlomagno, cierto que en la época del Césaro Papismo que había asumido la cultura judeo-greco-romano-cristiana ha hecho tabla rasa de todo aquel legado porque simplemente no interesaba y así gobiernos que encastrados en la mentira y en la superchería como modus operandi tienen adormecida a una sociedad lasa, pero conformista, indolente, aunque con amagos de protesta casi siempre sectarios y subjetivos, nada objetivos porque carecen de convicciones, quizá por falta de cultura o interés en adquirirla, buenista creyendo que de ese modo obtendrá réditos de ajena complacencia. Hemos creído que llegábamos al Nirvana del Siddartha y no nos damos cuenta, porque no nos dé la gana, de que entregamos nuestra libertad y lo que es aún peor la verdad que nos ha sido dada como gracia natural mientras seguimos creyendo que vivimos mejor. Y yo, modestamente, pienso que no es así.
Por qué nunca fui de izquierdas
Creo con Hannah Arendt que tenemos la obligación de plantearnos que cuando filósofos actuales hablan de despotismo blando en nuestras sociedades detectan un mal en el que somos más parecidos que distintos de quienes vivieron y colaboraron con regímenes totalitarios. Captan un fenómeno quizá abrazado a la apatía del no pensar, del no participar, del no hacerse preguntas sobre la marcha de lo público, de padecer, enfin, sin rechistar las políticas realizadas en nombre de masas amorfas despersonalizadas.

En estos momentos yo creo que en España podemos encuadrarnos en el despotismo invisible con sensación de libertad que da a luz al individualismo posesivo como evolucionada nueva idea de la libertad que es básicamente económica. También hay quien considera la ciudadanía impotente e incesantemente girando en busca de pequeños y vulgares placeres con los que contentan su alma pero sin moverse de su sitio aceptando el despotismo, Y sobre el de futuro se vaticina que será más amplio y más benigno pero que degradará aún más a los ciudadanos sin atormentarlos. Aunque no se parecerá en nada a las tiranías que lo precedieron no por ello será menos terrible.

Citamos a Joaquín García Roca cuando hoy dice:

Fijémonos en las vidas que sobran por estar excluidas de un mundo en quiebra. A esas vidas de los excluidos sociales amenazadas por la insuficiencia de recursos, por la vulnerabilidad de sus tejidos relacionales y por la precariedad de sus dinamismos vitales las condena la persistencia de la desigualdad social cuyo buque insignia lo constituye el desempleo, en especial el de larga duración, el juvenil, y las nuevas formas de pobreza económica así como las transformaciones demográficas con la consiguiente desagregación de los modos y maneras familiares, la emergencia de la sociedad de riesgo y la fragilización de los servicios de proximidad y enfin, la impotencia personal que cristaliza en las ideologías de lo inevitable, el debilitamiento de la cultura popular y sobre todo los nuevos procesos de socialización.

Al viejo y persistente rostro del empobrecimiento como insuficiencia de ingresos hemos de añadirle la ruptura de los vínculos sociales y la precariedad de los significados. Son los tres rostros de una misma realidad. La marginación es hoy el resultado de una triple ruptura, la económica, la social y la vital.

¿Nos interesa saber porqué esto? O nuestra sociedad a la ya llamo jet-fass; no está interesada ni en el efecto ni en las causas?

No soy historiador. Solo narro lo que viví de modo directo y personal. Pero hay una realidad que probablemente nos acerca a donde estamos.

Dice Hannah Arendt en su estudio sobre la revolución que desde Platón, lo recoge Aristóteles en el mundo griego, “el derrocamiento del Gobierno, a manos de los ricos conlleva la oligarquía. El derrocamiento del Gobierno a manos de los pobres conlleva el establecimiento de una democracia”.

La conexión existente en cualquier país entre la riqueza y el Gobierno y la idea de que las formas de gobierno tiene que ver con la distribución de la riqueza, la sospecha de que el poder político se limita a seguir al poder económico y finalmente la conclusión de que el interés quizá sea la fuerza motriz de todas las luchas políticas, todo ello, no es ciertamente una intervención de Marx, ni de Harrington según el cual el poder sigue a la propiedad real o personal, ni de Rohan para quien los reyes mandan al pueblo y el interés manda a los Reyes. Y concluye que si se quisiese hacer responsable a un solo autor de la llamada concepción materialista de la Historia hay que ir hasta Aristóteles quien fue el primero en afirmar que el interés, lo que es útil para una persona, un grupo o un pueblo, constituye la norma suprema de los asuntos políticos.

La cuestión social se sitúa cuando John Adams más de diez años antes de la Revolución americana afirmó: “Considero siempre la colonización de América como el inicio de un gran proyecto y designio de la Providencia destinado a ilustrar a los ignorantes y a emancipar a aquella porción de la humanidad esclavizada sobre la tierra”

Desde un punto de vista teórico el paso fue dado cuando en primer lugar Locke y después Adam Smith afirmaron que el trabajo y las faenas penosas en lugar de ser el patrimonio de la pobreza, el género de actividad al que la pobreza condenaba a quienes carecían de propiedad, eran por el contrario la fuente de toda riqueza. En tales condiciones la rebelión de los pobres, de la parte esclavizada de la humanidad podía apuntar más lejos que a la liberación de ellos mismos y a la servidumbre del resto de la humanidad.

En 1900, siglo XIX, todavía fallece Federico Nietzsche. Su mente enferma no fue capaz de responder a Kant cuando preguntaba, ¿qué es el hombre? Tampoco contestó Martín Bover pero, Nietzsche sí siguió la brisa de Fiódor Dostoyevski y de Iván Turguénev así como de Hegel y del romanticismo cuando recogió los aromas soplados respecto al nihilismo y a la muerte de Dios. Desde entonces al morir Dios y banalizar al hombre, intentaba crear al Anticristo y, con mejor fortuna, el Superhombre. Es probable que todo esto refleje una cosmovisión basada en el pesimismo y lo que yo llamaría la derelicción ideológica. Pero nada estaba banalizado.

Se apuntan modelos paralelos cuales el “malestar de la cultura” de Freud y “el desencantamiento del mundo” descrito por Max Weber mientras que todo ello se había limitado a pasar de las musas al papel sin llegar al teatro. No transcendían las ideas del filólogo transmutado a filósofo pero su amor por la música de Wagner, él músico fallido, y la entrega por su hermana de diversos trabajos a otro enamorado de Wagner llamado Adolfo Hitler llevaron aquellas musas al teatro, pero como diría Calderón, al gran teatro del mundo, desarrollando las tesis del holocausto y de la super raza aria como prima inter pares de la eslava y de la sajona.

No vamos a deleitarnos en la barbarie nazi que se gestó durante la primera hecatombe mundial entre 1914 y 1918 y se consumó y consumió tras su apogeo entre 1939 y 1945.

Paralelamente aquella pareja simbiótica Marx-Engels montan su filosofía de la dictadura del proletariado con el fin primordial de que la plusvalía que recibe el empresario a costa del obrero se traslade a este mediante la nacionalización de los factores de producción.

El comunismo hunde al nazismo y la teoría del superhombre y de la super raza se quedan pulverizadas bajo la bota soviética. Europa respiró feliz en 1989 cuando cayó el muro de Berlín y en teoría esa Europa antes sojuzgada se democratiza sui generis y la Ceca que va camino de ser la Meca, el TEDEX, Bruselas, el euro, la carabina de Ambrosio nos deja la sociedad que hemos apuntado siempre bajo nuestro modesto prisma personal.

China, Corea del Norte y media Sudamérica por no hablar de Rusia siguen disfrutando de las plusvalías que Marx y Engels atribuían a los obreros. Las dictaduras comunistas no entienden ni de peticiones ni de disidencias. Espero y deseo que Hong Kong no se convierta en un nuevo Tien-an-men.

Pero la imaginación al poder en mayo de 1968 nos quiso mostrar que Sartre nos enseñaba un mundo de delicias y huríes antesala del islamismo. Francoise Sagan. Quien no recuerda aquel mundo de “Bonjour tristese”. Quien no recuerda a la musa del existencialismo Francoise Hardie. La iniciación del feminismo Simone de Beauvoir y su Decien Sex. ¿Quien se acuerda en cambio de Camus cuando apuntaba en boca de Calígula que los hombres mueren y no son felices?

Desterradas las hecatombes mundiales la felicidad en forma de estado de bienestar se instala en Europa. El resto del mundo no existe. Ni Dios. ¿Después de lo ocurrido, dónde estaba Dios? Seguía muerto.

Pero cuando Bumedian anuncia en la O.N.U. ante las trabas que Europa pone a sus trabajadores la invadirían con los vientres de sus mujeres de nuevo aparece Dios, aunque ahora se llama Alá. No hay estadio de futbol donde algún súbito de Alá no eleve sus preces hacia él. Y el Islam afirma sus pretensiones sobre Al-Andalus.

Hagamos un rápido retroceso en el tiempo. Hace cien años el Imperio Austro-Húngaro se destruye tras una guerra infame e infernal a la que se achacan cerca de 20 millones de muertos. Aprovechando la coyuntura, Lenin en la Santa Rusia pone las bases de las doctrinas de Marx y de Engels, la dictadura del proletariado, ¿libertad para qué?, la libertad, decía Engels conduce a la destrucción del Estado. Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad esta frase utilizada por Goebbels era en realidad de Lenin. Concatenemos: La verdad os hará libres, decía el Rabino de Nazaret. Si conseguimos convertir la mentira en verdad la masa entenderá que es libre pero la esclavizaremos. No voy a repetir lo escrito sobre las dictaduras de derechas y las comunistas pero sí aclarar algunos extremos a base de unas interrogantes. Dando por supuesto que el nacismo fue genocida y racista ¿qué hubiese sucedido primero si Hitler no hubiese realizado el holocausto?, segundo ¿por qué el sionismo no denunció asesinatos masivos de judíos de Stalin?, tercero, ¿qué hubiese sucedido con el nacismo si en vez de ganar la guerra la U.R.S.S. la hubiesen ganado los aliados? Cuarto, conociendo como conocemos los rastros que ha dejado el comunismo en Europa y sabiendo lo que ocurre en el resto de los países comunistas, ¿cómo es que la izquierda tiene el predicamento mediático que recibe? Pues en mi modesta opinión y salvo las honrosas excepciones que confirman la regla a causa exclusivamente de cuatro gremios, en general, repito corruptos, amorales y mercenarios excepto los Popes, los sindicalistas y los docentes. Los dos primeros grupos por haberse convertido en castas intocables fuera de la ley. Los siguientes por parásitos y saprofitos y los últimos por ser los creadores de los Ases que inundan nuestra sociedad.

Cito a Séneca: “No aprendemos en la escuela, sino en la vida”. Así los Pope, según feliz apócope con que me ilustró mi colega Julio Rico son los políticos y los periodistas y los Ases son los ciudadanos. En España existe mucho As, si pero se han creado una mayoría de As. No. Pluralicemos y así llegamos a hacer bueno el salmo. Stultorum infinitus est numerus.

Entre todos los políticos yendo a lo suyo, los periodistas en lugar de informar que es lo que deben hacer, pretenden, sin preparación suficiente, formar a sus oyentes y lo que consiguen es deformar a la opinión pública. Los sindicalistas predicando abundancia y no dando trigo y los docentes, quizá sin culpa propia, adocenando a los discentes.

Entre todos es llano que se ha ido pasando de la jet-set a la jet-full y ahora a la jet-fass y no -food porque la jet actual se ha encasquillado en la frase gallega antigua del “dame pan e chámame can”

Hoy la sociedad europea, y la española bate records, no en balde fuimos los creadores de la picaresca, se ha echado en brazos de la desvergüenza y de la anti-ética. ¿Por qué? Retornemos al principio. La muerte de Dios. La supervivencia El dolce far niente. Los dulces 20. El siglo de la sangre. 800.000 muertos en España. Ni se sabe de la conflagración del 39/45. Pero, ¿quién ganó la guerra? El comunismo. Surge la pregunta ¿Será conveniente una catarsis comunista a ver si tanto descerebrado entra en agujas?

La sociedad española sujeta a un régimen liberticida donde ya no es que se incumplen las promesas electorales, es que se miente por sistema en las previsiones, es que la ley no es igual para todos los españoles, es que la justicia no es independiente, es que se sigue aceptando que el aborto es un derecho tanto como el de la vida, es que los partidos políticos constituyen una dictadura sin derecho a libertad de voto, es que todo vale con tal de que nos vaya bien, es que la solidaridad se ha convertido en egocentrismo, es que… y la realidad es que todo funciona así porque nos hemos hecho esclavos de la mentira.

“La verdad os hará libres” decía el Rabí Jesús. Pero olvidamos que la soberbia y la mentira inauguraron la vivencia de la especie humana. Y de ahí, la avaricia, la envidia… la corrupción. Si yo les contase las lecciones que hemos aprendido desde la óptica de la Cofradía del Capón de Villalba comprenderían el porqué de mi calificación de jet-fass.

Remedio: sólo uno. Renunciar al ego, mei, mihi me y sustituirlo por el nosotros. No votar a quien no ofrezca garantías de honradez. Cuando Alejandro VI Borgia, salió un Savonarola. Fue quemado vivo. Pero al poco llegó Lutero. Hacen falta reformadores. Pero en España aparece una Vox afónica, un Ciudadanos que va a sacar muchos votos… en Cataluña para seguir siendo una minoría, Unos Pocos y Díez comandados por una señora que era liberada sindical a los 18 años, que fue consejera de turismo en un gobierno con los nacionalistas vascos. En cambio aparece un cantamañanas que por algo es “profesor de la Universidad” y se convierte en el futuro primer ministro. Y piensa uno, o será ese descerebrado el Savonarola que precisa España para despertar de ese dolce far niente en que vive adormecida la indolente y vaga sociedad española. La jet-fass para ser gobernada por unos intelectuales mindundis discípulos de Gramsci y de Althuser que a la hora de decir barbaridades son campeones olímpicos. O ¿será mejor un supresor del Ministerio de Defensa o muñidor de un funeral de Estado por los crímenes de violencia de género?

Me vienen a la mente aquellos sabios viejos de mi tierra que se criticaban las barbaridades con otra mayor. El Guerrero: El Atlanti de Madrid. El logo, non e o Atlanti de Madrid e o Aleti de Madrid ese del fugol. El Xarriñas: o forno non iba a durar toda a vida.

Amigos, y ando de despedida. Personalmente defiendo a un Savonarola o a un Lutero en política. Pero me limita la existencia de segundas y terceras generaciones, me aterra un militar disponiendo y gobernando pero me querría morir súbitamente si llega al poder un Stalin o un Mao con rasgo oriental o de tufo sudaca o de Carabanchel o de Móstoles o de Galicia.

No va a haber un dos de mayo. ¡Que Dios os coja confesados! Identidades asesinas. ¿Acaso no es la principal virtud del nacionalismo hallar para cada problema un culpable antes de una solución?

No deseo que ninguno tengáis que recitar sintiéndolos o deseándolos los versos de Sófocles en Edipo de Colono cuando ponía en boca del protagonista:
“No haber nacido es la mayor de las venturas y una vez nacido, lo menos malo es volver cuanto antes allá de donde es uno venido”

Muchas gracias.

(Palabras de nuestro colaborador Domingo Goás Chao en la presentación de su libro "Por qué nunca fuí de izquierdas" en la Casa de Galicia de Madrid)
Goás Chao, Domingo
Goás Chao, Domingo


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