Europa

Europa ha sido durante estos últimos cincuenta años el escenario de una profunda y trascendental transformación que nos acerca a la consecución de su unión económica y política soñada por dos grandes visionarios de este siglo: Konrad Adenauer y Robert Schumann, el Padre de Europa, menos recordado, tal vez porque Schumann fue un hombre tan modesto que lograba pasar inadvertido obedeciendo los dictados de su conciencia; fue un hombre clave de la reconciliación franco-germana, y demostró ser uno de los mejores estadistas franceses de la postguerra.

Cuéntase de él que recién nombrado presidente del Consejo de Ministros cierto día al dirigirse al Hotel Matignon, residencia oficial del jefe del gobierno francés, los centinelas vieron acercarse a un hombre de aspecto corriente, el cual intentó cruzar la verja. La guardia le cerró el paso diciéndole que aquella entrada estaba reservada para el presidente del Consejo de Ministros y él por no poner en relieve el error de aquellos hombres sin pronunciar ni una palabra dio la vuelta y entró por otra puerta.

Schumann nació en Luxemburgo el 29 de junio de 1886, país al que sus padres habían huido para escapar de la ocupación alemana de Alsacia-Lorena tras la derrota sufrida por Francia, es por tanto fruto de dos civilizaciones. El francés fue su lengua materna pero él continuó su educación en las universidades de Berlín, Munich, Bonn y Estrasburgo.

Su sueño espiritual fue materializar la unidad europea y cuando sucedió a Georges Bidault en el Quai d´Orsay en 1948 se impuso la misión de liberar no solo a Francia y Alemania de los odios que durante siglos las había tenido divididas; eso le parecía poco, era preciso algo más: La meta final era lograr una Europa Unida sueño también de otro enamorado de la unidad europea Jean Monnet.

El 9 de mayo de 1950 Schumann convocó a la prensa en el Quai D´Orsay y con voz ahogada por la emoción leyó la famosa declaración proponiendo por primera vez en la historia la unión de seis países (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo).

Los últimos años de este gran hombre fueron tristes “La Europa de las patrias del General De Gaulle que equivalía a la yuxtaposición de estados soberanos y no a la asociación soñada por él le llenaba de preocupación. Viajó por todo el mundo explicando a todos que solo una Europa reconciliada, poderosa y unida podría tratar de igual a igual a los Estados Unidos.

A su muerte, se alzan voces desde todos los países rindiéndole tributo agradeciéndole su labor en pro de una Europa Unida.

Han pasado ya 51 años de su muerte y 47 años de la muerte de Konrad Adenauer a sus 91 años, al que se le debe en gran parte debido a su energía y luminosidad política la recuperación de Alemania Occidental.

Nos han dejado un gran legado, una Europa unida y nuestra moneda que se puede equiparar incluso al dólar. Bien merece un recordatorio para estas personas a pesar de los muchos años que han pasado.