La Sexta y el falso documental de Évole

Mi modelo de televisión siempre fue TVG pero, claro, eso ya lo suponías…

- ¿Por qué es tu modelo?

Pues porque habla como mi gente de aquí, por su cercanía, por la calidad de sus programas y por la profesionalidad de quienes hacen información, cultura y entretenimiento en un medio nada sencillo. También porque es pública y no le vale cualquier cosa a cambio de tener audiencia…

- ¿Qué cosa cualquiera?

A ver si me explico sin herir a nadie. Las cosa facilona, como el escote de la presentadora, el programa llorón, los personajes inventados, la cancha a los impresentables, los formatos copiados, la carencia de ética, la falta de creatividad…

- Para… para. Hay canales privados nacidos para ser alternativos ¿No crees?

Sí, gracias. Se me iba el mando solo a las dos “media”, que son ahora las dominantes porque son las que obtienen más ingresos… una vez eliminada la competencia de TVE por decreto de la UE, que manda huevos. Las dos “media” suelen utilizar todos sus canales, que tras las fusiones son muchos, para promocionar aquello que les interesa y llegan al colmo de emitir por todos ellos, a la vez, el mismo contenido y toda la publicidad de sus matrices.

- ¿No hay excepciones?

Hay una excepción clarísima pero ignoro por cuánto tiempo. La Sexta es para mí la mejor televisión privada. Por como entró en el espectro digital terrestre y por como sigue derrochando imaginación a la hora de crear.

- Muy interesante…

Comenzó distinguiéndose en el deporte con los comentaristas y el estilo de las retransmisiones. Todo el mundo habla ahora del “tiki-taka” en el futbol, pero esa fue una creación del vigués Andrés Montes, que debe estar riéndose en el Espacio de quienes lo han sustituido, por lo vulgar de su lenguaje y lo ignorantes que son en la técnica de la retransmisión televisiva.

- Se extraña a Andrés y sobra el inglés, que sí sabe de fútbol pero ignora que a un idioma no se le maltrata como hace él. ¿Te imaginas a un comentarista en la BBC hablando inglés como habla Robinson el español?

No, no me lo imagino porque no se dio, no se da, ni nunca se dará el caso.

Volviendo a La Sexta. Tuvo en su parrilla programas y gente que demostraba ganas de cambiar el panorama y aún hoy destacan tres nombres, detrás de los que sin duda hay mucha gente buena: Jordi Évole, Wyoming y Buenafuente.

- Jordi se salió esta semana…

Hasta aquí quería llegar. Confieso que hay veces que traiciono a TVG y una de ellas fue este domingo, en el que Jordi Évole se estrenó en un género complicado y no por todos bien aceptado: el “falso documental”. Lo que hizo sobre el 23 F es toda una joya periodística no exenta de arte, incluso por parte de todos los personajes participantes. Nos mostró una trama en la que el golpe de estado de Tejero había sido planeado por todos los grupos políticos representados en el Congreso para salvar la Democracia, supuestamente en peligro tras algún intento fallido anterior como la Operación Galaxia.

Jordi lió a José Luís Garci, supuesto director de la escenificación del falso golpe, a Ónega que escribiera el discurso del Rey, a Gabilondo máxima autoridad informativa de TVE, entonces la televisión única; a Leguina, a Rojas Marcos, a Vestrynge… y a otros cuyos nombres no retuve. Había que verlos a todos, tan serios como si nos estuvieran contando una realidad ocultada durante un cuarto de siglo. Yo reconozco que hubo unos minutos con Leguina e Iñaqui que casi me lo trago.

- Bueno, eso o algo similar ya lo hizo Orson Wells en la radio con “La guerra de los mundos”.

No lo dudo, pero ese “savoir faire” de Jordi Évole y sus invitados el domingo tomándose a guasa la historia de ese día, creo que contribuye a enterrar la eterna rumorología que aún hay en torno al 23 F real, aquella torpe intentona de golpe de Estado militar que desmantelan, en primer lugar, los medios de comunicación con su rechazo total, los ciudadanos con su participación masiva en cientos de manifestaciones celebradas en toda España y el Rey que da la orden a los ejércitos y a los cuerpos de seguridad para que frenen a Milán del Boch.

Para los jóvenes, que aún no habían nacido, recordaré que El capitán general de Valencia había planificado, con la ultra derecha y otros militares nostálgicos, el retorno a una dictadura. Lo único que consiguieron, eso sí, fue llenar de miedo las calles y sobre todo las sedes de los partidos políticos. Sé de uno en Vigo que tomó todas las fichas de los militantes y las tiró al mar…

- Hoy creo que todo el mundo tiene claras las actuaciones de cada uno…

Puede, pero no todo el mundo se atreve a tomar de coña un episodio nacional que se califica de histórico. Eso solo se lo permitiría alguna gente a José María Pemán, aquel escritor cómico del Régimen.

Lo mejor de Jordi Évole es su atrevimiento, su humildad, su imaginación y sobre todo la excelente factura profesional de sus productos. La prensa y los medios de esa derechona que aún pulula por nuestra Democracia lo pusieron a parir durante toda la semana por utilizar el falso documental en el siglo XXI. Para mí este joven periodista es el más destacado creativo de televisión del momento actual, en el que Wayoming y Buenafuente son las estrellas del talk show, un formato humilde y necesario, sobre todo en este momento en el que nos hace falta humor del bueno que nos calme ese espíritu revolucionario que todos llevamos dentro.

– ¿Sabes lo que te digo? Que mi TVG es perfectamente compatible con algunos de esos programas de La Sexta, la única televisión que tuvo en cuenta la importancia de la risa en una sociedad que, en la realidad, llora demasiado.

No sé quien dijo que la risa es el gran signo de la inteligencia humana; y La Sexta ha poblado su parrilla desde un principio con programas que ametrallan lo cursi, lo cutre, lo antiguo y te hacen reír. El humor es la medicina de los tiempos revueltos, tienes razón.