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Carta longa desde Brasil

martes, 07 de enero de 2014
Cada seis meses, Pepe Cabada, jesuita gallego en Brasil desde hace sesenta años, escribe una "Carta longa" a su familia. En esta ocasión, la comparte con los internautas a través de www.galiciadigital.com.

Juiz de Fora, 25 de diciembre de 2013

Queridos hermanos, sobrinos, sobrinitos, etc, etc...

Suelo empezar a escribir estas cartas al principio de cada semestre escolar. El segundo semestre escolar empieza el primero de agosto. Pero, este año no fue posible. Eso porque las cosas salieron de otra manera y se metió en el camino una pequeña cirugía (por lo menos, eso me decían) que me hizo coger un desvío, que pasaba por el Hospital Monte Sinai.

El día 9 de agosto llegué al hospital, a las 6 de la mañana como me habían ordenado. Ya había estado allí en días anteriores para los preámbulos. Pensé que primero me llevarían al cuarto, pero me mandaron directamente al quirófano. En la sala de espera había unas 15 personas casi todas mujeres, que iban para la sala de partos. Poco después nos llamaron para que fuésemos cambiar de ropa. Los hombres fuimos para un pasillo y las mujeres para otro. Dejamos nuestra ropa en unas bolsas que nos entregaron y volvimos a la sala de espera, vestidos ridículamente con una bata o cosa parecida, abierta por los lados, y mirándonos de reojo unos a los otros. En esos momentos, fui reconocido por una antigua alumna del colegio que al verme y al verla también yo, nos echamos a reír. Era realmente una situación para reír. Más tarde, después de la operación me vino a visitar al cuarto su madre. Muy feliz me contó que ya era abuela y que, tanto su nieta como su hija, mi antigua alumna, estaban muy bien y ella me mandaba un grande abrazo. La abuela volvió varias veces, porque siempre que visitaba su hija y nieta, pasaba por mi cuarto.

Pasé bien los seis días en el hospital, aunque con las molestias propias de una operación. Me hubiera gustado visitar los enfermos vecinos, pero no podía moverme e, aunque pudiera, seguro que no me dejarían.

Volví a casa, todavía con una sonda y su bolsa correspondiente. La última mañana en el hospital, poco antes de salir, estaban allí dos enfermeras y un enfermero que aprovecharon para despedirse y una de las chicas dijo que iba a hacer una petición firmada por todos para que no me dejaran salir del hospital. Nos reímos bastante de la ocurrencia...

Ya en casa, pues camita y quietecito, aunque podía dar unas vueltecitas despacio. Traje el ordenador del colegio y continué haciendo cosas, como por ejemplo el periódico mural semanal, que después imprimían y colgaban en el cuadro hecho para eso en el patio del colegio. Al principio no recibía visitas. Sólo después que el médico retiró la sonda, empecé a recibirlas. Iba a esperarlas en la entrada de la residencia o en el patio, al aire libre, pues el tiempo estaba muy bueno para eso.

Poco después también empezaron a llegar alumnos. En el hospital sólo podían visitarme mayores. Aunque una alumna de 17 años, de 2o año (creo que equivale más o menos a 2o de BUP), se coló entre la gente del colegio y entró. Su madre está también bastante enferma, aunque en otro hospital. Fue como si estuviera representando a todos los alumnos

Mientras estaba en el hospital y después, los pequeños de 9, 10 y 11 años, más o menos, me escribieron cartitas que las profesoras fueron juntando y me enviaron después. Las leí una por una, mirando al mismo tiempo la foto de cada uno, pues tengo en el ordenador las fotos de todos los alumnos, profesores y funcionarios de todos los niveles del colegio. Me pasé varios días leyéndolas.

Calculo unas 300 cartitas. Recojo algunos mensajes, sin traducir, aunque tal vez alguna palabra o frase sea de difícil interpretación:

“Padre Cabada, eu sei que você passou por uma cirurgia eu sei como é, eu já fiz uma no olho quando era bebê e eu fiquei bem, e sei que você também vai ficar bem”. (Niño - 10 años)

“Melhora, padre Cabada venha para o colégio com o melhor sorriso que puder, pois como diz Jesus: com um sorriso no rosto você pode simplesmente fazer outra pessoa feliz (Niño - 10 años)

Este decidió escribir en español (castellano), aunque con alguna falta de ortografía: “Mejoras para usted que vuelba bien alegre, que tenga sido una buena operación que te recuperes rápido y que hagas los niños y las niñas muy alegre este año quiero verte un dia cualquier”. Un abrazo (Niño-11 años)

“Estou com saudades de você. Estou doida (“loca”) para você voltar para o colégio, pois foi você que me ensinou sobre o natal que não é para ganhar presente, sobre ver as qualidades dos outros e, quando você voltar, vai me ensinar coisas novas e boas que vou levar para a minha vida”. (Niña - 10 años)

(Con muchos dibujitos): “Padre Cabada gosto muito de você. Sempre que precisar estarei aqui para lhe ajudar!!! Você é um dos melhores amigos adultos e espero que você se recupere para que eu possa te ver e te dar um grande abraço. Sinto sua falta mas eu sei que vai voltar, pois um amigo sempre volta quando precisamos dele. Beijocas!” (Niña - 10 años)
Nota: “Beijocas” son besos ruidosos.

“Padre Cabada eu gosto muito do senhor. Eu sei que sua familia mora longe muito longe, mas nós somos sua família aqui na escola. O senhor me ajudou quando eu estava triste, contando aquela pequena história, e agora sou eu quem vou te ajudar a se recuperar da cirurgia que o senhor fez. Pode contar comigo. Se quiser eu posso ler uma historia para o senhor”. (Niña - 10 años)

“Eu espero que se recupere porque esse não é seu lugar, seu lugar é com nosso convívio” (Niño - 11 años)

- Varios(as) colocaron los números del teléfono de sus casas o de su madre con uma observación igual o semejante a esta: “Se precisar de mim é só chamar-me”...

- Una niña termina así su mensaje: “Padre, você sabe, para melhorar o ânimo é preciso rir, então eu vou te fazer rir con essa piada”... (Niña - 11 años). Y cuenta un chiste de rubias que me hizo reír...

Dejo para el final, uno de los mensajes que más me gustó y me emocionó... Pero antes tengo que dar una explicación.

En el primer semestre, una niña, que, por coincidencia cumple años en el mismo día que yo, el 3 de diciembre, y este año va a cumplir 10 años, se quemó las piernas con agua hirviendo. Estuvo internada en el hospital llamado Santa Casa de la Misericordia, donde su padre es médico, durante una semana o más. La fui a visitar varias veces. Lo más difícil eran las curas que le hacían en las piernas, y ya empezaba a llorar mucho cuando la llevaban del cuarto para la sala de curativos. Su madre consiguió un permiso especial de la enfermera jefe para que autorizara la entrada de sus amiguitas del colegio, de su edad. Yo las encontraba allí casi siempre. Jugaban con ella y hacían una alegre y bulliciosa fiesta. Yo me quedaba hablando con su madre y otras visitas. Pero cuando se quedaba sin las amiguitas, yo cogía una silla y me sentaba a su lado...

El mensaje que me envió es el siguiente:
“Pe. Cabada: gostaria muito de estar a seu lado, e segurar sua mão como você segurou a minha quando estava no hospital. Rezo todos os dias para que você melhore igual rezou para mim, pois são as orações e o amor que cura as pessoas. Queria muito ir te visitar, mas não posso entrar no hospital. Sinto muito sua falta! 1.000.000 de beijos” (Niña - 9 años)

Un gesto que yo casi no noté porque no le di la importancia que ella le dio: coger su mano mientras hablaba con ella... “segurar a sua mão como você segurou a minha quando estava no hospital...”

DOS RECUERDOS DE MI REPOSO FORZADO
El primero fue el fantasma que vi después de medianoche por una ventana de nuestra residencia. Todos ya se habían retirado a sus cuartos y sólo yo merodeaba por los pasillos esperando que fuesen las doce de la noche para tomar un comprimido que debería tomar de seis en seis horas: a las 6 de la mañana, a las doce, a las 6 de la tarde e a medianoche. Yo estaba esperando el tiempo pasar, apoyado en el alfeizar de una de las grandes ventanas del segundo piso. Cuando miré para la izquierda vi una de las ventanas del pasillo que hacía ángulo recto con la sala donde yo estaba. Estaba un poco iluminada gracias al reflejo que llegaba de una luz distante. La única persona que aún andaba por allí era yo. Por eso me extrañó cuando vi alguien junto a la ventana. ¿Sería un fantasma? Valiente yo, salí de la sala y fui hasta el pasillo del fantasma. Allí estaba él, junto a la ventana. Volví a la sala, donde estaba antes y, desde allí, le hice varias fotos con el móvil, para que me creyesen, cuando lo contara. Mirad las fotos.
Carta longa desde Brasil
Después volví al pasillo y le hice unas fotos también al “fantasma”. Aquí están junto estas líneas.

La hoja del centro de la planta es la que dio la impresión de una persona. Un fantasma vegetal, ecológico...

El segundo recuerdo es del regalo que, antes de ser operado, me hizo la madre de dos alumnos del colegio. Me trajo una bolsita con algunas manzanas y peras. Le agradecí y, como estaban todavía bastante verdes y duras, guardé la bolsita con las frutas en mi armario. “Después de unos días -pensé- van a estar maduritas y las llevaré para comerlas con mi comunidad”.

Poco después llegó el día de mi cirugía. La bolsita se quedó en el armario. Después de seis días en el hospital y más de mes y medio de reposo forzado, volví al colegio. Al pasar junto al armario me llamó la atención la cantidad de mosquitos que estaban volando por allí. Miré alrededor y dentro del armario y no vi ni olí nada que atrajese a los mosquitos. Cogí un spray de insecticida y pulvericé dentro y fuera del armario.

Al día siguiente, todavía había mosquitos junto al armario y algunos dentro. Para mí era un misterio. ¿Generación espontánea!?... Les eché más spray y me marché...

Varios días después, buscando algo dentro del armario, encontré la bolsita de la que ya me había olvidado completamente. Tan completamente que, cuando la encontré, la miré sin reconocerla y la apalpé. Me pareció que dentro había alguna cosa muy blanda. Pero ni idea de lo que era. Y como estaba muy bien atada, yo no noté ningún olor. Aunque, por lo visto, sí lo notaron los mosquitos.

Reconocí la bolsa cuando finalmente la abrí y vi que lo que había dentro, algún día habían sido manzanas y peras. Volví a atar la bolsita y la tiré a la basura, donde ponía “orgánico”.

LAS CUMBUCAS ESCONDIDAS
Creo que ya os hablé de la fruta de un árbol de madera noble, llamado “Sapucaia”. La fruta se conoce por el nombre de “cumbuca” de tamaño igual o mayor que el coco. Produce unas castañas sabrosas, dentro de la cumbuca y, cuando están maduras, se suelta una especie de tapa que cae al suelo. Algunas castañas también caen y otras, que se quedan dentro, sirven de alimento a pájaros y otros bichos. Pero especialmente a monos. Tanto les gustan que en algunas partes les llaman “castañas del mono”. (Deben estar muy buenas con “Anís del Mono”)...

El apetito de los monos por estas castañas hizo surgir un refrán brasileño. Cuando el mono va a coger una castaña dentro de la cumbuca por el agujero que dejó al descubierto la tapa que cayó, mete la manita y coge una castaña, pero después no consigue retirar la mano cerrada sobre la castaña, y como no quiere abandonar la castaña, se queda preso por la mano en la cumbuca. De ahí, surgió el popular refrán: “Mono viejo no mete la mano en cumbuca”.

Pues bien, a mí me gusta pasar por las salas de aula especialmente de los pequeños, para hablarles de estas cosas y sobre todo enseñarles algo relacionado. Fue lo que pasó un día en que, tempranito, bajaba en dirección al colegio. En el caminito por el bosque encontré la tapa recién caída de una cumbuca. La cogí, todavía húmeda, y la llevé conmigo.

Como yo tengo en mi sala varias cumbucas, cogí dos, una grande y otra pequeña y la tapa que encajaba muy bien en la grande. Con este tesoro, empecé a visitar las salas de aula de los pequeños. Hasta las profesoras querían tocar e sentir el peso de las cumbucas y ver cómo funcionaba la “tapa”. Varios alumnos, ellos y ellas, querían que les diera las cumbucas, pero me disculpé diciendo que las tenía que guardar para enseñarlas a quien no las conociera.

En la foto que coloqué, de dos cumbucas caídas en el suelo, hay una mostrando la abertura redonda y la otra el lugar por donde está presa al árbol. La tapa es montaje. Coloqué la foto recortada sobre la foto de las cumbucas, sólo para ver en donde se encaja. Tiene la forma de un gran clavo. La rajadura que se ve en la cabeza del “clavo” no la tiene cuando aún está verde o recién caída. Se raja cuando seca.

Durante el recreo, en que suelen venir bastantes alumnos a mi sala, una niña insistió mucho en que le diera una cumbuca. Entonces hicimos un acuerdo. Al final de la Tarde de Formación, que sería al día siguiente, pasaríamos por debajo del árbol Sapucaia y miraríamos a ver si encontrábamos alguna cumbuca. Le gustó mucho la propuesta. Yo sabía que no había ninguna cumbuca, pero mi intención era esconder una entre la hojarasca del suelo, para que ella la encontrara y así hice.

Al día siguiente, durante la Tarde de Formación, se aproxima de mí y me dice:
- Vendrán conmigo dos amigas más a ver se ellas también encuentran alguna.
- Está bien - respondí pensando en cómo resolver el problema.

Me acordé del carpintero que solía guardar las cumbucas que encontraba para hacer cosas. La carpintería estaba cerca y fui corriendo. Tenía un armario con muchas cumbucas y me dijo que llevara las que quisiera, pero sólo llevé tres, una más de las que realmente necesitaba. Escondí las tres debajo de la Sapucaia.

Al final de la Tarde de Formación, hay una hora más o menos de recreo. Salieron todos corriendo para jugar al balón y a otras cosas. Conmigo quedaran seis niñas, dos más que las cumbucas escondidas ¿Y ahora? Al llegar a la Sapucaia, tuve que dedicarme a desviar las que se aproximaban de una cumbuca si no era una de las primeras niñas. Me salió bien el juego. Pero las otras dos se quedaron muy triste porque no encontraron ninguna. Entonces, con una disculpa, llevé las dos que se quedaron sin cumbuca a la carpintería y se ganaron una cumbuca cada una. ¡Y en paz!

CURIOSIDAD SOBRE LA FRUTAS MÁS CONSUMIDAS EN BRASIL
Un día, pesquisando algunos temas para colocar en el cuadro mural del patio del colegio, encontré unos datos interesantes sobre las frutas en Brasil. Resulta que, de las 20 frutas más consumidas en Brasil, sólo 3 son autóctonas de Brasil. Las otras llegaron de otros continentes y las plantaron aquí. Las 3 únicas verdaderamente brasileiras, aunque no exclusivamente, son las que están escritas en rojo. Mirad la lista por orden alfabético. Junto a cada fruta, coloco su región de origen:

Aguacate: Originario de México y América Central
Caqui: De China y Japón
Coco: De origen incierta
Guayaba: De Brasil y América Tropical
Higo: De Asia
Limón: Del sureste de Asia.
Mandarina: Asia
Mango: Asia
Manzana: Asia ocidental
Maracuyá (o Fruta de la Pasión): Brasil y América Tropical
Melocotón: Asia.
Melón: Europa, Asia y África.
Membrillo: Europa y Asia.
Naranja: Asia.
Papaya: América Tropical.
Pera: Europa
Piña: Brasil e América Tropical
Plátano: Sureste asiático
Sandía: África.
Uva: Europa y Asia.

PARA NO OLVIDAR LA CIRUGÍA
Una cirugía no es fácil de olvidar, no por la cirugía en sí, sino por los médicos que parece que quieren que no la olvide. A cada poco tiempo te piden que hagas unos exámenes “de control” - dice mi médico. Ya hice varios. A finales de octubre, hice dos, más largos. Empezaron poco antes de las 8 de la mañana y acabaron a las 11. El primero fue una “tomografía computadorizada de tórax”. Duró una media hora, sin mayores problemas. El segundo fue.... Ya me olvidé el nombre o será como aquello del Quijote “de cuyo nombre no quiero acordarme”...

No es que fuera doloroso. Duró más de una hora. Yo cerré los ojos y no los abrí hasta que una voz me llamó:
- Acabó. ¡Puede levantarse!

Estuve echado sobre algo duro y sólo oía ruidos extraños, unos metálicos, otros de flautas desafinas, etc, etc... Parecía una película de terror. Tal vez fuera para no dejarme dormir. Daban ganas de poner las manos sobre los oídos para no escucharlos. Lo que más me preocupaba era una voz femenina que me decía a cada pocos minutos, durante todo el examen:
- ¡Llene los pulmones y pare de respirar!
Y después de unos 30 segundos:
- ¡Respire!

Pero, cuando estaba con los pulmones llenos y sin respirar, me venía un pensamiento:
- ¿Y si se olvida de mandarme respirar?

Como yo soy muy obediente no iría respirar sin permiso, ¡claro! ¿Y qué pasaría?... Gracias a Dios no se olvidó y por eso estoy escribiendo esto.

EL GALICIA
El Galicia es un equipo de fútbol de Salvador en Bahía. Su estadio se llama Parque Santiago, y está en la Avenida Santiago de Compostela. En una de las cartas que os escribí en 1993 os conté sobre la misa que fui a celebrar en la inauguración de la capilla del estadio, dedicada, cómo no, al Apóstol Santiago, las personas que conocí allí, etc. Allí también estaban a Eloy y Delucha.

El Galicia fue destaque, hace poco, en los periódicos y la televisión por su vuelta a la primera división bayana, después de 14 años en la segunda división. Los “galicianos”, como son llamados los aficionados del Galicia están muy felices. Si alguno de vosotros ve por ahí, a Eloy y Delucha o sus hijas, podéis darles esta buena noticia, aunque imagino que tal vez ya los sepan.

Y ahora os voy a poner el himno del Galicia. Es largo, pero vale la pena:

Galícia, Galícia, Galícia,
Demolidor de Campeões
Granadeiro da Cruz de Santiago
Clube querido com muitas tradições
O Galícia tem nome na história,
No futebol tem títulos de glória
Salve, salve pendão galiciano
Alegria do futebol baiano
Um, dois, três...
Granadeiros tricampeões
Um, dois, três...
Azulino que domina corações.
O Galícia é um forte toureiro
Que toureia com muita valentia
Que domina qualquer touro, na arena
Lutando sempre com amor e galhardia
Os torcedores do Galícia são modestos
São ordeiros contudo animados
Para frente, Galícia, eles gritam
Levando o clube a conquistar bons resultados
Para frente, Galícia, mais um tento
Não desanime porque vitória é nossa
Para frente, queremos mais um título
Para frente, com você não há quem possa
Para frente, queremos mais um título
Para frente, com você não há quem possa
Um, dois, três...
Granadeiros tricampeões
Um, dois, três...
Azulino que domina corações.
O Galícia é um forte toureiro
Que toureia com muita valentia
Que domina qualquer touro, na arena
Lutando sempre com amor e galhardia.

DE MATRIMONIO EN MATRIMONIO
De vez en cuando me llaman para presidir una boda. Especialmente de antiguos alumnos o gente que me conoce...

En Brasil hay empresas que son contratadas para a organizar la ceremonia. Les llaman ceremonieros(as). No sé si existen también en España. A veces son educados, pero algunas veces se creen que son los que mandan en todo y ay de quien se oponga a ellos o no haga lo que mandan. Gracias a Dios, sólo una vez me encontré con esos no bien educados. Pero no fue conmigo, sino con la madre de un alumno en una Misa que yo estaba celebrando en la parroquia de San Mateo. Esas empresas se dedican no solo a misas y casamientos, sino a otras cosas muy variadas, como fiestas de todo tipo, cumpleaños, etc...

Una tarde estaba yo celebrando la boda de Cristina (“Cris”) y Gustavo (“Guti”). Estaba junto al altar esperando la entrada de los novios. Pero hasta que llegue la vez de los novios, hay un largo y muy lento desfile de los padrinos, madrinas, damas de honra, invitados y no sé qué más...

Antes de la entrada del novio, entró un niño con una placa donde decía: “Guti, aun tienes tiempo de huir”...

Después de algún tiempo, entró una niña con otra placa donde decía: “No huyas, Cris está linda!”

FIESTAS DE FIN DE CURSO
Como en años anteriores, cuando se aproxima el fin de curso, los alumnos con sus profesores, preparan fiestas para celebrar el fin de curso y también la proximidad de Navidad. Suelen llamarme para que al final les diga unas palabras sabiendo que los padres que vienen a presenciar las actuaciones de sus hijos, también me van a escuchar. Por eso, tengo que hablar de tal manera que tanto los padres como los hijos entiendan lo que les digo. Pero, en especial los padres.

Una vez subí al palco, donde todavía estaban los niños con sus fantasías. El auditorio estaba lleno de padres, abuelos, tíos, etc, pero las madres, como suele pasar en estas fiestas, eran la mayoría. Había también bastantes padres. Los niños eran de segundo curso, más o menos con 8 años de edad.

No sé cómo, antes de decir lo que tenía preparado, se me ocurrió contarles una historieta sobre padres e hijos, con la disculpa de que los hijos nos enseñan muchas cosas inesperadas, con la ingenuidad propia de su edad. Aunque con cierto recelo de cómo recibirían el cuento, se lo conté más o menos así:

Una tarde, la mamá salió a pasear con su hija de 4 años, por el parque. De repente la niña se agachó y cogió cualquier cosa en el suelo y ya la llevaba a la boca, cuando su madre la reprehendió severamente y le dijo que nunca más hiciera eso.
- ¿Pero por qué? - preguntó la niña.
La madre le respondió que lo que se coge en el suelo está sucio y lleno de microbios que traen muchas enfermedades y que ponen muy malitas a niñas como ella.

La niña miraba a la madre con mucha admiración y preguntó:
- Mamá, ¿cómo sabes todo eso? ¡Tú eres muy inteligente!

Rápidamente, la madre reflexionó un poco, y respondió:
- Todas las madres saben esas cosas. Cuando alguien quiere ser mamá, tiene que hacer un test y tiene que saber todas esas cosas, si no, no puede ser mamá.

Caminaron en silencio durante unos minutos. La madre notó que su hija iba pensando sobre el tema. De repente, la niña se volvió para ella y le dijo:
- Ahora ya entendí. Si no pasases en el test, tú serías mi papá.
- ¡Exactamente! - respondió la madre con una enorme sonrisa...

Hubo un breve silencio antes de que yo continuara, pero no me dejaron continuar. Sonaron fuertes y prolongados aplausos, mezclados con risas y carcajadas...

Antes de continuar, cuando el silencio volvió, dije:
- Espero que los padres también hayan aplaudido...

VIAJE A ESPAÑA
En 2014 me toca ir a veros y pasar unos dos meses con vosotros. Espero que todo corra bien y que no haya ningún inconveniente en viajar. Lo digo porque debo continuar haciendo exámenes, etc. Los próximos exámenes están marcados para febrero y espero que el médico me libere totalmente. De cualquier manera, al principio del año voy a empezar a preparar los documentos necesarios. Las fechas son, más o menos, las de siempre. De la mitad de junio a la mitad de agosto. Tan pronto como sepa algo con certeza, os avisaré.

MINIJU
Carta longa desde Brasil Y me despido con una foto. Ya os dije en otras ocasiones que acompaño un grupo de jóvenes en la parroquia de San Mateo. “Miniju” es el nombre que los propios jóvenes escogieron para el grupo. Significa “MINIstério da JUventude” El domingo siguiente a mi cumpleaños mi hicieron un pequeño homenaje y entre los regalos me dieron esta foto que pongo abajo. Es verdad que no están todos, pero sirve de un buen recuerdo.

Un grande y fuerte abrazo para todos y cada uno de vosotros!
Os quiero mucho. Pepe
Cabada, Pepe
Cabada, Pepe


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