Nota de prensa del Gabinete de Comunicación de Afundación:
La Fundación Galicia Obra Social (Afundación) presentó, en colaboración con el Instituto de Estudos e Desenvolvemento de Galicia (IDEGA) de la Universidade de Santiago de Compostela y el Instituto de Educación Superior Intercontinental de la Empresa (IESIDE), en su Sede de Santiago de Compostela, el resumen ejecutivo de su publicación A Economía Galega. Informe 2016. En la presentación estuvieron Pedro Otero, director gerente de Afundación; Pedro Veiga, director general adjunto de Planificación Estratégica y PMO de ABANCA y coordinador del Centro de Investigaciones ABANCA de IESIDE; y el director del IDEGA de la USC Alberto Meixide, coordinador del estudio.
Se presenta en esta edición una nueva propuesta del informe socioeconómico gallego de referencia. El nuevo formato de la publicación periódica decana de Afundación consiste en un resumen ejecutivo que, de forma sintética, aborda los principales hitos y desafíos económicos del pasado año 2016 y avanza el comportamiento de los primeros meses del ejercicio 2017. Con este cambio se pretende promover una lectura ágil y un rápido acceso a los datos, para analizar lo sucedido con el fin de identificar los puntos fuertes y débiles de la economía. El análisis de A Economía Galega se verá ampliado con la publicación habitual en formato electrónico que se publicará en otoño.
La salida del Reino Unido de la ue (Brexit) y el avance de los partidos euroescépticos son sin duda dos de los serios retos con consecuencias a todos los niveles en el contexto europeo. Por otra parte, los mercados financieros siguen pendientes de las futuras decisiones sobre la política monetaria y, en este sentido, el bce se reafirma en el discurso que viene adoptando desde mediados de 2014 y reitera que los tipos de interés se mantendrán en sus niveles actuales, incluso tras la finalización del programa de compras de activos (qe).
La zona euro en su conjunto creció un 1,7 %, dato similar al esperado en 2017. Alemania e Italia crecieron dos décimas más que en el año precedente (1,8 % y 0,9 %, respectivamente), mientras que Francia y España mantuvieron un ritmo de crecimiento constante (1,2 % y 3,2 %, respectivamente).
De relevancia ha sido el reciente cambio de Gobierno en EE.UU. que implica, entre otras cuestiones, una modificación en el modelo de las relaciones comerciales internacionales, mientras la Reserva Federal espera que la economía estadounidense vuelva a una senda de crecimiento superior y permita continuar con el proceso de normalización monetaria. En este contexto, se estima que la economía estadounidense avance un 2,3 % en 2017, siete décimas más que en el ejercicio de 2016. Las denominadas economías emergentes por su parte se mantienen en la incertidumbre que ya constatábamos en 2015, y Brasil, de forma especial, parece lastrado por una fuerte inestabilidad política interna y una intensa dependencia de China, un país sumido en un cambio de modelo a raíz de la liberalización del mercado de capitales y de su elevada deuda.
La economía española continuó su fase de expansión en 2016, con un avance del pib del 3,2 %, siendo el tercer año consecutivo con un comportamiento positivo de la actividad económica. Presenta un diferencial de crecimiento de 1,3 puntos respecto a la ue y 1,5 puntos respecto a la zona euro.
Los factores que continuaron impulsando la economía española fueron los mismos que en 2015: las condiciones financieras sumamente favorables debido a la política monetaria fuertemente expansiva del bce (que facilitaron la llegada del crédito a empresas y familias), el mantenimiento del euro y del precio del petróleo en valores competitivos y las medidas de carácter estructural puestas en marcha por el Gobierno en los últimos años (destacando la reordenación del sistema financiero). Este contexto positivo, unido al dinamismo demostrado por el mercado de trabajo a lo largo del 2016, generó una notable mejora de la confianza empresarial que impulsó la inversión, incluyendo la recuperación de la actividad constructora. Se espera que en 2017 el pib alcance los niveles previos a la crisis.
La economía gallega aceleró su senda expansiva en 2016, registrando un crecimiento del pib del 3,1% según los datos del Instituto Galego de Estadística (ige), el más elevado desde 2007 y que confirma que la actividad económica y empresarial se encuentra en el mejor momento desde que comenzó la crisis.
Según la Contabilidad Nacional publicada por el ine, Galicia, con un aumento del pib del 3,4 %, se situó dos décimas por encima de la media española y 1,5 puntos porcentuales por encima del crecimiento medio de la UE-28. Fue la quinta comunidad autónoma con un mayor crecimiento, por debajo de las Islas Baleares (3,8 %), Madrid (3,7 %), Cataluña (3,5 %) y Canarias (3,5 %). Por su parte, el pib per cápita avanzó un 4,5%, y Galicia cerró 2016 en los 21.358 euros, situándose como décima comunidad autónoma, recortando 247 euros de diferencia con la media española.
La demanda interna continuó siendo el principal motor del crecimiento en 2016, aportando 2,5 puntos porcentuales al pib por 0,6 de la demanda externa. Cabe destacar el comportamiento del consumo de los hogares, que se aceleró tres décimas hasta alcanzar el 2,6 % respecto a 2015. Galicia registró un récord histórico en las exportaciones, superando por primera vez los 20.000 millones de euros (7,9 % del total español).
Siguiendo con la tendencia iniciada el pasado año, por el lado de la oferta todas las ramas de actividad registraron importantes crecimientos. El sector servicios avanzó un 3,3 %, acelerando su crecimiento 1,2 puntos respecto al año anterior, impulsado por el fuerte aumento de la actividad en las ramas de comercio, transporte y hostelería (6,9 %) e informaciones y comunicaciones (4,2 %). El sector industrial registró un avance del 2,5 % y la construcción creció un 3,1 %.
En línea con el buen desempeño de la actividad económica en el 2016, el mercado de trabajo continuó recuperándose y el paro bajó en 18.500 personas, situándose en 204.200. La tasa de desempleo alcanzó el 16,29 %, la más baja de los seis últimos años.
Los indicadores de actividad y demanda de los primeros meses de 2017 sugieren que se mantendrá el dinamismo económico a lo largo del ejercicio, aunque con un perfil algo más bajo. Según las estimaciones del ige, en el primer trimestre de 2017 el pib gallego avanzó un 3,1% en términos anuales, una décima por encima del conjunto del Estado. No obstante, el empleo en este período creció sensiblemente menos en Galicia (1,23 %) que en España (2,27 %), a pesar de lo cual cabe anotar una caída interanual de casi un punto en la tasa de paro.
Las exportaciones de mercancías mantuvieron en el primer trimestre un ritmo de crecimiento elevado (13,3 %), ampliamente superado por el de las importaciones (23,4 %).
La evolución de estos indicadores o de otros de tipo cualitativo, como los que miden la confianza empresarial, sitúan las previsiones de crecimiento para la economía gallega en 2017 en el entorno del 2,8 % - 2,9 %. En esta línea, el Gobierno anunció en el mes de mayo una revisión al alza de la estimación utilizada en la elaboración de los presupuestos, inicialmente un 2,4 %.